Shri Shankaracharya nació en Kaladi, India, en el seno de una familia de Brahamanes. Desde muy niño dejó
su casa para convertirse en Sanyasin (renunciante). Fue iniciado por el Maestro Espiritual Govindapada, discípulo
de Gaudapada. Viajó por toda la India refutando las doctrinas no védicas y estableciendo el MONISMO como la
verdadera enseñanza védica. Dejó cuatro discípulos principales para continuar su gran misión espiritual.
El nacimiento de Shánkara fue un hecho, según refiere la tradición, auspicioso y extraordinario.
Toda la Naturaleza vibró llena de admiración y obsequió sus más bellas expresiones en honor al nacimiento de Shánkara. Igualmente
los sabios y astrólogos dijeron que "el niño sería un intelectual capaz de vencer a cualquier oponente en debate. Será el
promotor de una nueva filosofía y será reconocido como un Maestro de todo conocimiento. Su reputación durará hasta que el
mundo exista."
El niño se llamó SHANKARA, que quiere decir DADOR DE FELICIDAD A TODO
EL QUE A EL ACUDA:
SHAN - FELICIDAD
KARA - DONADOR O DADOR DEL SER como la forma más profunda de autorealización.
Estableció Centros de Filosofía Advaita en diferentes puntos de la India. Dejó
su cuerpo físico a la edad de 32 años, luego de haber cumplido la gran misión a la que fue enviado.
Shri Shankaracharya es considerado por muchos Maestros inmortales como el más profundo,
el más brillante y el más grande de los Maestros conocidos por la Filosofía Vedantina.
Fue además el fundador y sabio constructor del más bello sistema Yoga conocido,
o sea del Supremo Sendero de la Sabiduría o conocimiento directo del Ser. Demostró que la dualidad es ilusoria, cuando
se transciende el plano consciente y se entra en un estado cósmico altamente superior, donde no hay ninguna diferenciación
entre el objeto consciente conocido, la naturaleza del conocimiento y la esencia del conocedor; esta percepción trascendental
es lograda y sutilmente percibida en el más profundo estado de SAMADHI.
Se dice de Shri Shankaracharya que tan grande era su sabiduría interna, que al pasar
por el bosque en la oscuridad, su iluminada aura hacía todo resplandecer con luz tan intensa que parecía de día.